El Selle Italia SLR Boost Gravel Superflow es el primer sillín específico para Gravel de la marca transalpina y se beneficia de los numerosos avances tecnológicos heredados de la carretera para aportar rendimiento y comodidad sobre grava.

Selle Italia es una marca que es historia del ciclismo. Pocas firmas tienen el pedigrí de este fabricante transalpino centenario (se fundó en 1897), especializado desde sus inicios en la construcción de sillines de ciclismo. El SLR, modelo introducido en 2000, tampoco necesita presentación, porque se ha ganado una reputación internacional a pulso con victorias de todo tipo.
Siguiendo con su base, en 2012 apareció el SLR Superflow, caracterizado por su amplio canal central que mejora el riego sanguíneo. Y en 2019 llegó el SLR Boost, 25 mm más corto que el SLR (pasa de 275 mm a 248 mm) y muy ligero.
Integrado dentro de la familia SLR Boost, que consta de 3 modelos, llega este Selle Italia SLR Boost Gravel Superflow, un sillín con una serie de particularidades que lo hacen muy especial.
Además de su citado tamaño compacto, viene con raíles de titanio, a nuestro parecer los más indicados para una conducción todoterreno. Hemos visto bastantes raíles de carbono partidos en MTB, así que esto es un seguro en esta materia a costa de un incremento de peso prácticamente imperceptible.

Sin ser superligero, sus 211 gramos de peso lo sitúan en muy buen lugar ante sus competidores.
Otro aspecto fundamental en la fabricación del Selle Italia SLR Boost Gravel Superflow son los insertos de Light Gel. Realmente son una maravilla y parece que vayas sobre un sofá, a pesar de las irregularidades de las pistas y senderos.

El sillín, además, ofrece cierta flexión y en todo momento tienes el apoyo que necesitas. El conocido canal interno Superflow cumple con su función y evita el adormecimiento; lo hemos probado durante semanas y jamás hemos percibido ninguna molestia o incomodidad. Al contrario.
La ventaja del idmatch
Selle Italia dispone de un elaborado sistema, el idmatch, que gracias a un respaldo científico permite saber qué tipo de sillín necesitas y cuál es el más adecuado por tu fisionomía, posición sobre la bici y uso. Y todo ello en apenas medio minuto.
Uno de los grandes puntos a favor de este Selle Italia SLR Boost Gravel Superflow es que se ofrece en dos tallas diferentes. En mi caso, gracias al estudio idmatch, he verificado que necesito la versión más ancha, de 145 mm de anchura, apodada L3, y recomendada para ciclistas con una elevada rotación pélvica.
Sensaciones con el Selle Italia SLR Boost Gravel Superflow
Para este test quise comparar las sensaciones con un SLR convencional, al que estoy bien acostumbrado. Tras estas semanas, en las que lo montamos en una Ridley Kanzo Fast con transmisión Campagnolo Ekar, la conclusión es que no necesito el extra de nariz del SLR, ya que incluso ejerciendo el máximo de potencia en subida, no preciso esos dos centímetros y medio para apoyarme en la punta.

Además, la comodidad que aportan las inserciones de gel y el canal Superflow sitúan al Selle Italia SLR Boost Gravel Superflow a otro nivel. Al menos, en cuanto a uso Gravel.

Para rizar el rizo, la decoración tiene un punto divertido con unos toques en verde que, al final, le dan un toque diferencial al sillín, un accesorio que a veces puede ser un tanto anodino. No es el caso de este Selle Italia SLR Boost Gravel Superflow, que una vez montado sobre la bici hace que esta gane enteros.

Además, en Gravel muchas veces sabes cuando empiezas la ruta pero no cuando terminas, ya que la exploración es impredecible. Por ello se agradecen los dos insertos reflectantes que cuenta en la parte posterior, que incluso llevando una bolsa de sillín son visibles por los usuarios a motor con los que podamos coincidir en carretera en condiciones de poca visibilidad.

En general, el Selle Italia SLR Boost Gravel Superflow es un sillín muy cómodo y compacto, específico para Gravel y que se ha convertido, para esta modalidad, en nuestro preferido.
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